Blanca Esteban Luna / Seguridad Alimentaria (Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten)

Ser celíaco actualmente es mucho más fácil que hace unos años, ya que, debido al gran número de diagnósticos, la enfermedad celíaca es más conocida, cada vez hay más establecimientos que ofrecen opciones sin gluten para comer y la mayoría de los supermercados ya disponen de productos sin gluten. Aun así, los celíacos se enfrentan día a día con numerosas dificultades.

 

  • El alto precio de los productos sin gluten. El que hayan aumentado los diagnósticos ha hecho posible que existan más empresas que elaboran productos sin gluten y que aparezcan incluso marcas blancas de distintos supermercados con opciones sin gluten, lo que ha favorecido que el precio de estos productos no sea tan alto como hace unos años. Aun así, siguen siendo productos muy caros en comparación con sus análogos con gluten, hay que tener en cuenta que estos productos necesitan un mayor desarrollo, las materias primas son más caras, se necesita maquinaria e instalaciones específicas para evitar la contaminación cruzada y controles analíticos tanto de la materia prima como del producto final. Sin embargo, actualmente en España no existen ayudas económicas a nivel estatal y muchas familias no pueden hacer frente al gasto extra que supone seguir una dieta sin gluten.

 

  • Encontrar productos sin gluten. Actualmente la mayoría de los supermercados dispone de opciones sin gluten y también se pueden encontrar en herbolarios y tiendas especializadas. Sin embargo, cuando viajamos y vamos a pueblos pequeños o lugares remotos, no siempre es fácil encontrarlos y nos vemos obligados a viajar con nuestro kit sin gluten.

 

  • Etiquetado. Tenemos que reconocer que se ha avanzado mucho en el etiquetado sin gluten, y que, si vemos un producto con la mención “sin gluten”, actualmente nos podemos fiar, ya que debe cumplir el Reglamento Europeo 828/2014 por el que no debe superar los 20 mg de gluten/kg de producto. Sin embargo, realizar la compra sigue generando muchas dudas a los celíacos y sus familiares, ya que existen multitud de productos que no incluyen la mención sin gluten y que tampoco mencionan ningún derivado del trigo, cebada, centeno o avena entre sus ingredientes, por lo que no saben si comprarlo o no, ya que podrían contener trazas de gluten por contaminación cruzada en su elaboración.

 

  • Comer fuera de casa. Una vez que el celíaco se informa, llevar la dieta sin gluten en casa es sencillo, hay que sustituir unos productos por otros y tener cuidado en la manipulación diaria. Sin embargo, fuera de casa es mucho más complicado, no siempre es fácil encontrar establecimientos con opciones sin gluten seguras, todavía existe mucha desinformación. De hecho, en muchos restaurantes indican que tienen opciones sin gluten y cuando llamas para informarte lo que te ofrecen es pan y/o cerveza sin gluten, pero luego no tienen ni idea de cómo evitar la contaminación cruzada en sus elaboraciones. Hay que tener en cuenta que la comida está presente en toda nuestra vida social, empezando por el colegio, trabajo, eventos…, por lo que el celíaco tiene que avisar en cualquier evento al que le inviten, ponerse en contacto con los organizadores para ver si tienen alguna opción apta y llevar siempre un ‘por si acaso’, ya que por mucho que nos aseguren que habrá opciones sin gluten, puede que lleguemos al evento y no las haya.
  • La incomprensión de familiares, amigos y conocidos. Para evitar la típica frase de por un poquito no pasa nada, es importante dejar claro desde un principio la seriedad de la enfermedad y que por un poquito sí que pasa, para que no insistan y que sepan que a la larga si un celíaco no hace bien su dieta, tiene riesgo de desarrollar complicaciones muy serias. Hay que informar a nuestro entorno sobre la dieta y la correcta manipulación de los alimentos y así podremos comer con tranquilidad.

Es cierto que ser celíaco cada día es más fácil, pero todavía nos queda mucho trabajo por hacer y muchas campañas de difusión entre la sociedad y de formación en el sector de la hostelería, para que poco a poco vayan despareciendo estas dificultades.