A lo largo de la historia se nos ha contado de forma machacona que las hijas del Cid Campeador se llamaban doña Elvira y doña Sol, que fueron tomadas por esposas por los infantes de Carrión, que las maltrataron e incluso las abandonaron malheridas.

Nada de eso parece ser verdad a los ojos de la Historia ya que las hijas de Rodrigo Díaz de Vivar no se llamaron ni Elvira ni Sol, sino que sus nombres reales eran María y Cristina.

Pero no solo los nombres son los únicos datos falsos que han ido circulando a través de la historia, posiblemente porque son los que aparecen en el famoso cantar de gesta anónimo, Cantar del Mío Cid, sino que tampoco es verdad que las hijas se casasen con los infantes de Carrión, con lo cual difícilmente pudieron ser maltratadas y abandonadas por estos. En realidad María se casó con Ramón Berenguer III, Conde de Barcelona y Cristina se casó con Ramiro Sánchez de Navarra, y la pareja tuvo a García Ramírez llamado «el Restaurador» que fue rey de Pamplona de 1134 a 1150.