Samarkanda. Pocos lugares hay en el mundo tan míticos para un viajero como esta ciudad. La simple pronunciación de su nombre provocaba ensoñaciones de aventuras orientales, de misterios, de caravanas y ejércitos de la estepa. Fue Tamerlán, el gran guerrero de origen mogol, quien tras conquistarla en 1370 la convirtió en capital de su imperio, a la vez que la embelleció con todo tipo de monumentos administrativos y religiosos, convirtiéndola en una de las más bellas ciudades jamás edificadas. Son numerosos los monumentos que encierra esta bella ciudad asiática, por lo que nos limitaremos a enunciar un par de ellos.

Empezamos con el Mausoleo de Tamerlán que es el nombre que recibe actualmente el Gur Emir parte de esa sinfonía de estilo islámico persa en que la dinastía timúrida convirtió Samarkanda. Impresiona su cúpula azulada gracias a sus esmerilados vidrios tan característicos de este estilo. Sin embargo, no menos fastuoso resulta el patio de acceso al mausoleo, las puertas de entrada, los dos maravillosos minaretes o la sala donde se localiza la tumba de Tamerlán cuya cúpula supone uno de los momentos más excelsos de la Historia del Arte.

Pero desde luego, si hay un lugar que hay que ver en Samarkanda, este es la plaza del Registán. Se trata, quizá, de la más maravillosa plaza construida jamás. O, al menos, una de las más bellas del mundo sin ningún género de dudas. Curiosamente, se trata también de una de las pocas plazas de pago del mundo, pues para acceder a ella hay que pasar por taquilla y tiene además un horario de visitas. La ventaja es que con la entrada a la plaza se incluye la visita a las tres madrasas que en ella se alzaron.

Otro de los edificios más bellos de Samarkanda es la Mezquita Bibi Khanum, uno de los templos más espectaculares de la ciudad y que ha sido cuidadosamente restaurada. Es esta una de las más antiguas mezquitas de Samarkanda pues su construcción se remonta a los tiempos del propio Tamerlán y para ello se rodeó de los más importantes artesanos y arquitectos del momento a fin de alzar un templo que no tuviera competencia en todo el mundo islámico. Artesanos llegados de Persia, Bagdad o Damasco unieron sus esfuerzos para construir este hermoso templo.

Finalmente mencionaremos la Necrópolis de Shah-I-Zinda, es otro de los lugares que hay que visitar de forma imperativa. En una larga calle dentro de un cementerio se sucede una serie de tumbas y mausoleos que parecen auténticos templos dedicados a dignatarios timúridas y componentes de la familia real.

Quienes se encuentran enterrados tras esta sinfonía de pishtaqs (los clásicos portalones decorados con azulejos vidriados de colores turquesa y azulado) son hermanos y hermanas de los antiguos monarcas timúridas, incluidos los de Tamerlán y Ulugh Beg, así como distintos generales que unieron su suerte a la de los aguerridos monarcas.

Recomendamos: Su gastronomía

La cocina de Uzbekistán es una de las más abundantes en el Oriente. Estando en las rutas de caravanas de la Gran Ruta de la Seda, durante muchos siglos Uzbekistán ha ido adoptando los platos más interesantes y especiales de diferentes países. Entre ellos podemos citar los siguientes.

Plov. El plato nacional de Uzbekistán que se prepara para cualquier acontecimiento importante. Es un plato que se cocina con carne de cordero mezclada con arroz y acompañada de cebolla, zanahoria, pasas y especias como el comino y el cilantro. El plov es diferente en cada región y también se encuentra en otros países de Asia Central.

Shashlik. Pinchos de carne de cordero, ternera, pollo o hígado de ave, a menudo servidos con cebolla cruda.

Samsá. Unas empanadillas cocidas en horno de barro con diferentes rellenos: carne picada con cebolla, calabaza, patatas, verduras etc.

Shurpá. Sopa de carne y de verduras. Carne de cordero o vaca, patatas, zanahoria, cebolla, pimienta, a veces garbanzo y otras verduras y especias.

Najud. Cocido de garbanzo con carne de cordero.

Mantí. Plato de pasta (tipo raviolis grandes) cocido al vapor. Tiene rellenos diferentes: carne picada con cebolla, calabaza, patatas, verduras, etc.