Jean-Jacques Bortalaï, con 13 años, se lanzó a la fama en 1969 al presentarse en el Festival de Eurovisión en Madrid, representando a Mónaco, a pesar de que las reglas del festival le impedían actuar por su corta edad. Nunca pensaron que este niño y su canción traspasarían las barreras del tiempo, marcando a toda una generación y siendo la única canción que la gente recuerda de dicho festival.

Jean-Jacques, que apareció en escena después de una tal Salomé vestido con un impecable trajecito azul turquesa protagonizó una gran actuación. Cinco jurados incluyeron a la canción de Mónaco en su veredicto, con el italiano a la cabeza de puntos otorgados (4), al final de las votaciones sumó 11 puntos que la dejaron en el sexto puesto de la tabla (o tercero, considerando el cuádruple empate en el primer puesto).

Jean-Jacques, con 18 años, lanzaría su nuevo disco bajo su nuevo nombre artístico de Jean-Jacques Delarive. El tema de amor, a pesar de que era muy comercial e hizo llorar a muchos, pasó lentamente al olvido.

Hoy Jean-Jacques está casado y tiene dos hijos adultos. Es entrenador de rugby en su ciudad natal de Toulon en la categoría de los reichel (19 a 21 años) y ha conseguido títulos importantes como ser campeones de Francia en su categoría. Algunas veces sigue dando recitales pero como amateur.