Ángela Fernández enseñaba cocina en los cursos de formación que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha realizaba a personas desempleadas. De ahí surgió la idea de crear una escuela de hostelería en Toledo. La Escuela de Hostelería Toledo nace de la mano de Ángela y de su amigo y chef, Adolfo Muñoz, un prestigioso restaurador de Toledo, comenzando a impartir cursos para desempleados en el año 1997.

“La formación es garantía de empleo”

Pregunta.- ¿Cómo nace la Escuela de Hostelería Toledo y por qué?
Respuesta.- La Escuela de Hostelería Toledo surge como iniciativa de expertos hosteleros y expertos en formación en hostelería al ver que en Toledo no existía ninguna escuela privada de este tipo.

En 1997 empezamos a impartir cursos subvencionados para desempleados y también, cursos de perfeccionamiento técnico para trabajadores en activo. Con el tiempo vimos que, además, era necesario otro tipo de formación, no sólo cursos subvencionados, comenzamos entonces a homologar cursos privados con el Ministerio de Educación y homologar todas las titulaciones.
Desde 1997 nos hemos convertido en un referente de la formación en el ramo de la hostelería. Más de dos mil quinientos alumnos han pasado por nuestras instalaciones, experiencias e historias, muchas de ellas acabadas en éxitos profesionales con alumnos que trabajan en los mejores restaurantes de España, que han creado sus propios restaurantes y que incluso han obtenido estrellas Michelin.

P.- ¿Cómo ha evolucionado la escuela en estos años?
R.- Hace 18 años los padres no estaban preparados para pagar la formación de sus hijos para que fuesen camareros o cocineros. Ha costado mucho, pero gracias a los programas de televisión, la inserción laboral que tiene este tipo de formación y también a que los empresarios se han dado cuenta de la diferencia que hay entre personal formado y no formado, gracias a todo eso, hoy en día el tener una formación privada de este tipo esta mejor vista por los padres y no les importa pagar por la educación de sus hijos.

Con los años hemos tenido que reinventarnos. Cuando llegó la crisis tuvimos que hacer un estudio de viabilidad y nos dimos cuenta que había muchas otras demandas en hostelería que no habíamos tenido en cuenta como, por ejemplo, la formación de profesionales que llevan muchos años en la restauración. Para ello, presentamos un buen proyecto al Ministerio de Educación para que nos aprobara la educación e-learning para dar cabida a esos profesionales que no podían venir a clases presenciales, pero que necesitaban titulación oficial para trabajar. También comenzamos a apostar por los proyectos europeos para poder mandar a nuestros alumnos fuera de España, por eso, desde hace unos años, participamos en el programa Erasmus+ de la Unión Europea.

P.- ¿Qué ofrece su escuela de hostelería?
R.- En la Escuela de Hostelería Toledo tratamos de que nuestros alumnos realicen el, complejo, tránsito de la vida puramente académica hacía un mundo laboral competitivo de una manera realista, haciéndoles conscientes de la necesidad de la calidad como medio de lograr la excelencia y desde ella logar la realización profesional y personal sin olvidar que son la pieza clave, la esencia del arte hostelero. Contamos con una formación cercana y personal que se basa en el alumno y su entorno para lograr, participando de una manera activa, su proceso de aprendizaje de manera protagonista y no como mero espectador.

P.- ¿Con qué tipo de personal cuenta su escuela?
R.- Los profesores y personal asociado que participan en los procesos formativos que se desarrollan en nuestra escuela de hostelería son expertos con una doble especialización: por un lado expertos formadores en hostelería con amplia experiencia y, por otro lado, nuestros colaboradores provienen del mundo laboral en hostelería, con experiencias profesionales acreditables en los mejores establecimientos españoles y por ello conocen perfectamente el mundo en el que se van a insertar nuestros alumnos.

La experiencia previa supone la punta de lanza desde que los profesores hacen la transición del mundo de la formación al mundo del trabajo que culmina con el módulo de prácticas en los mejores restaurantes y hoteles españoles.

La experiencia global supone la inclusión de nuestras enseñanzas en un marco competitivo global, el alumno aprenderá desde lo local para poder expresar su genio gastronómico en lo global. La Escuela de Hostelería Toledo cuenta con un ambicioso programa internacional de manera autónoma, de la mano de instituciones y de programas como Erasmus+.

P.- ¿Qué cursos se imparten?
R.- La Escuela de Hostelería Toledo tiene aproximadamente unos 200 alumnos entre e-learning y presencial. Ofrecemos educación de grados medios de cocina y grados superiores de dirección de cocina y dirección de restaurante. Contamos con doble titulación, es decir, nuestra formación la enfocamos a que el alumno salga con dos titulaciones en lo que son ciclos superiores; dirección de cocina y dirección de restaurante. Formamos a nuestros alumnos en la hostelería integral, tanto en cocina como en sala, de manera que sean polivalentes dentro de una empresa. Podemos estar orgullosos de que, dentro de los ciclos superiores de restauración, tenemos casi el 100 por 100 de inserción laboral, porque una persona que pasa 5 meses y medio de prácticas en una empresa llega a ocupar un puesto de trabajo.

P.- ¿A quiénes van dirigidos y qué se exige para entrar en la Escuela de Hostelería Toledo?
R.- En educación privada de grado medio, todos nuestros alumnos son chicos y chicas jóvenes, aunque hay más chicos que chicas. En cambio, en los cursos subvencionados para desempleados, hay siempre más solicitudes de mujeres, influyendo la edad también, que suelen ser más mayores.

Hay que tener un mínimo de titulación para acceder a los diferentes tipos de cursos. Para los cursos de educación para grado medio se pide la ESO y para los grados superiores el Bachiller o tener un grado medio de cocina. En los certificados de profesionalidad que van para desempleados tenemos 3 niveles. Un nivel 1 que no requiere titulación, un nivel 2 que requiere la ESO y un nivel 3 que requiere Bachiller o tener un nivel 2.

P.- ¿Qué diferencia existe entre la cocina tradicional y la cocina de vanguardia? ¿Son compatibles?
R.- Van unidas. No puede haber una cocina de vanguardia si no se sabe la cocina base o tradicional. Toda la cocina creativa parte siempre de la cocina tradicional, es la madre, luego ya cada uno con su creatividad, su imaginación o como quiera enfocar su trabajo realiza un tipo de cocina más o menos vanguardista. Si una persona no sabe una cocina tradicional va a ser muy difícil sacar adelante una cocina de vanguardia.

P.- ¿En qué parte se valora la nutrición de los alimentos en una escuela de hostelería?
R.- La parte nutricional es fundamental. Cuando se les está enseñando a los alumnos una receta, tienen que saber si va potenciada en hidratos, o en proteínas, o en grasas, etc., saber lo que se está cocinando. Dentro de los módulos formativos que impartimos tenemos un módulo específico donde se les enseña nutrición, lo que tienen que saber sobre una dieta y los tipos de dietas.

P.- Para finalizar, ¿algo más que añadir?
R.- Tenemos un restaurante abierto al público durante los días lectivos de octubre a junio de lunes a viernes en horario de 14 a 16 horas. En él, intentamos transcender el simple concepto de comer saludablemente para convertir su estancia en una experiencia inolvidable que combina lo mejor de la cocina actual con las más avanzadas técnicas de servicio en sala donde poder disfrutar de la labor creativa de nuestros alumnos.

Texto: Ayer&hoy / Fotos: Escuela de Hostelería Toledo