Este país es para visitarlo, para perderse en él y para encontrarse a uno mismo. Nepal está rodeado por hermosos lugares, muchos de ellos Patrimonio Mundial, y su cultura budista te cautivará. El valle de Katmandú te ofrece preciosos paisajes y varias ciudades en las que parar y visitar. Una de ellas es la ciudad medieval Panauti que tiene una gran variedad de monumentos religiosos budistas e hindúes. Disfrutar de la paz de un monasterio en el que puedes unirte a los monjes en sus rituales es una experiencia única. Otra preciosa y antigua ciudad es el pueblo de Newar en el que su población indígena te mostrará sus costumbres del día a día. Al hospedarte en un pueblo Tharu en Chitwan, que significa “corazón de la jungla” podrás ir de safari por la jungla y, si tienes mucha suerte, puede que hasta veas un tigre de bengala. Bandipur es otra de las ciudades a las que dedicar tiempo, sobre todo para poder admirar la cordillera del Himalaya que se presenta ante tus ojos de forma espectacular.

Pero Nepal es el lugar indicado para reencontrarse con uno mismo porque conectarás con la cultura budista a través de la contemplación de tu yo interior, rodeado por las montañas del Himalaya. La meditación, el yoga, los monasterios budistas, los sonidos sagrados de las montañas, es el lugar perfecto para realizar un retiro espiritual. Podrás realizar la ruta que asciende por el trekking de los Annapurna y visitar la cueva del santo Milarepa, que se encuentra a 4.000 metros de altitud y disfrutar, además, del amanecer y atardecer, en el corazón del Himalaya.

Es una tierra de nieve, sherpas, yaks y yetis, mantras, calma y paz eterna, pero sobre todo es una tierra de sonidos y culturas mágicas y ancestrales. Tiene tremendas variaciones en el clima. Se puede decir que el año se divide en una estación lluviosa de junio a septiembre (en nuestro verano, en Nepal es época de Monzones) y una estación seca de octubre a junio. Los meses de abril y mayo son los meses con más escasez de agua y la temperatura puede alcanzar hasta los 40 grados centígrados.

La gastronomía nepalí nos sorprenderá por la influencia que tiene de la cocina india y tibetana. Uno de sus platos más populares es el dal bhat, sus ingredientes básicos son el arroz (bhat) y la sopa de lentejas (dal), es el plato nacional de Nepal. No podemos olvidarnos de los momos populares que son una especie de masa de harina cebada y agua, cocida y rellena con distintos ingredientes que se cocinan al vapor. La carne al curry también es muy popular pero se reserva para ocasiones especiales ya que es algo más cara.

En definitiva, Nepal es un país que os dejará huella y que merece la pena visitar para descubrir una nueva manera de mirar en tu interior y a tu alrededor.

No os podéis perder

Convivir con familias nepalíes

Para aquellos viajeros que quieran realmente sentir el país os vamos a proponer una experiencia única: la de vivir con familias nepalíes. Realizaremos una ruta por varios lugares del país en el que familias autóctonas os abrirán las puertas de sus casas y conoceréis de primera mano sus costumbres y cultura. Haremos una visita en la localidad de Chitwan donde los Tharu en Barauli te darán la bienvenida y te hospedarán en su casa de familia comunitaria. Otro de los puntos para visitar y convivir con otra familia nepalí es el valle de Katmandú, ahí tendréis la oportunidad de ver el día a día en la histórica ciudad de Newar. Panauti es otra de las ciudades para visitar y pasar la noche allí y para finalizar haremos una última parada en Patan. Informaros que todas estas casas de familias que se ofrecen a acoger a los distintos turistas que recorren estas ciudades se comprometen a proporcionar los más altos niveles de confort y seguridad. Los organizadores de este tipo de rutas revisan las casas de familias para garantizar que mantengan los niveles más altos de protocolos de seguridad. Desde estas líneas os animamos a conocer Nepal, un espectacular país, seguro y fácil de recorrer y que quedarás marcado siempre por sus gentes y sus increíbles montañas.