Francisco Javier Morales Hervás / Doctor en Historia

Entre el rico legado patrimonial que atesora nuestro país uno de monumentos que más me ha hecho disfrutar con su contemplación ha sido el edificio prerrománico de Santa María del Naranco, a las afueras de Oviedo. Por ello, me resultó muy grato conocer que en nuestra querida provincia de Toledo contamos con los restos arqueológicos de un edificio que, en cierto modo, puede ser considerado el antecedente y, quizás incluso, el inspirador de la bella construcción del prerrománico asturiano.

Me estoy refiriendo al yacimiento arqueológico de Los Hitos, que se encuentra en la pedanía de Arisgotas, que pertenece al término municipal de Orgaz, donde, desde hace muchos años, se conoce la existencia de restos muy antiguos, que durante bastante tiempo fueron reaprovechados por los habitantes de Arisgotas tanto para la edificación de su iglesia como para la construcción de sus viviendas. Los grandes restos de piedras que se encontraban durante las labores agrícolas eran denominados “hitos” y de ahí la denominación que recibe este bello paraje. Gracias a las excavaciones arqueológicas que se vienen desarrollando en este lugar desde hace unos años se está confirmando la importancia de este espacio, donde se ha documentado la existencia de un edificio palacial de gran relevancia, que, según las investigaciones realizadas, tendría una planta rectangular de unos veinte metros de largo y unos siete de ancho, dividida en tres estancias, siendo la mayor la central que alcanzaba los doce metros; estaba construido con muros de mampostería, que estarían reforzados con sillares en algunas zonas y que contaría con contrafuertes exteriores que permitirían que este edificio llegase a alcanzar una altura de unos 12 metros, lo cual sería muy sorprendente para la época en que fue construido, probablemente en la segunda mitad del siglo VI.

Este edificio pertenecería a algún personaje de la aristocracia visigoda, que, sin duda, estaría vinculado con los miembros de la realeza. Los trabajos arqueológicos han permitido documentar en este edificio y en sus alrededores más de un centenar de tumbas, una de las cuales correspondería a su propietario, cuya sepultura se encontraría junto a la puerta de acceso a este destacado edificio que posiblemente contaría con una cubierta abovedada. La construcción contaría con dos alturas, pues se ha documentado parte de la escalera que permitiría el acceso a la planta superior.

Cerca de este edificio palacial también se ha podido documentar la existencia de una iglesia, probablemente de carácter privado, cuya construcción se fecha en el  siglo VII  y que contaba con una sola nave y presentaba dos pórticos. Su interior estaría profusamente decorado con ricas piezas de mármol y en él se han encontrado varios sarcófagos de alabastro y de granito. Este templo de época visigoda sería transformado en el siglo IX para adaptarlo como mezquita, momento en el que se añadió un mihrab, que se adosó a la cabecera del templo. La construcción palacial también sería modificada por los musulmanes para adaptarla a una función más defensiva, que mantendría hasta 1085, cuando tras la toma de Toledo por Alfonso VI todo este territorio pasó, de nuevo, a manos cristianas, momento en el que este conjunto se abandonaría, pasando con el tiempo a ser una “valiosa cantera” para los habitantes de Arisgotas, por lo cual, si realizamos un paseo por sus calles podremos contemplar en muchos de sus edificios restos de sillares con evidentes muestras de los característicos motivos decorativos de época visigoda. Afortunadamente los habitantes de esta pedanía también han tenido una especial sensibilidad para poder conservar muchos de los restos aparecidos durante las labores agrícolas realizadas en el entorno de Los Hitos, lo cual ha permitido realizar un museo que, junto con el yacimiento arqueológico, merece la pena visitar.