Cincuenta años dedicados en cuerpo y alma a la restauración

Izquierda: Luis Tordesillas (segundo por la izquierda sentado) junto a su grupo de camareros después de una boda. En brazos su hija Natividad. Derecha: Luis Tordesillas (cuarto por la izquierda) junto a su grupo de camareros preparando una boda.

En junio de 2018 se cumplirán 50 años desde que Luis Tordesillas comenzara su andadura empresarial. Su padre, que regentaba una taberna en Polan (Toledo), hizo que le fuera gustando el oficio hostelero, aunque él, quería dedicar su futuro con algo más relacionado con la restauración.

Comenzó su andadura comprando un terreno a las afueras del pueblo donde montó una pista de tenis y un chiringuito. Con los años el negocio fue funcionando muy bien y comenzó a enfocarlo más profesionalmente como restaurante donde realizaba pequeños banquetes de bautizos o comuniones. Empieza a restructurarlo, ampliando el establecimiento en la zona que tenía como pista de tenis para así, contar con mayor espacio y dar más servicio. Primero hizo un salón de 50 comensales, posteriormente otro salón para 200 comensales y así siguió creciendo hasta contar en el local con un salón de 50 comensales, un salón de 180 comensales, otro de 500 comensales y otro más acogedor para 30 comensales. Todo lo hizo progresivamente con los años.

De izquierda a derecha, Natividad, Luis, Javier, Carlos y María Luisa, hijos de Luis y Natividad.

Con el restaurante montado en Polan, zona de caza, comienzan a llegar por aquellos años los cazadores, sobre todo italianos, que además de la comida le “demandan” un sitio donde poder dormir, lo que hizo que Luis Tordesillas montara un hostal. A los 25 años aproximadamente de tener el restaurante y el hostal ya montados, los eventos como bodas, comuniones o bautizos seguían creciendo y tenían cada vez más demanda. Decide entonces iniciarse en un nuevo proyecto, unos jardines para dar bodas al aire libre y, 10 años después, monta una carpa para los banquetes dentro de las instalaciones de los jardines ofreciendo servicio de catering.

Luis Tordesillas era de sobra conocido en el sector hostelero, presentándose la oportunidad de quedarse con una cafetería en Toledo de un organismo público. Tras 8 años regentando esa cafetería, que funcionaba muy bien con un gran servicio y de calidad, su público le anima a montar un local propio allí en Toledo. Nacería entonces, sobre el año 2000-2001, el conocido restaurante de la calle París, El Cuchifrito.

¿Y ese nombre? Tiene su historia. Luis Tordesillas buscaba un nuevo enfoque, todo viene de que, al estar vinculado al mundo de la ganadería, aunque no contaba con ella, un cliente amigo suyo le regaló unos guarritos (cochinillos) para que los criara en una finca. Al criarlos empezó a investigar qué podría hacer con ellos, es decir, si le podían aportar algo más que tenerlos solamente como “recreo”. Comienza entonces a moverse por Segovia buscando platos típicos de allí y demás hasta que, se le encendió la “bombilla”, y elaboro un plato de lechón hecho taquitos y frito, de ahí el nombre del establecimiento.

Todo iba bastante bien y, a los 12 años, decide montar otro Cuchifrito situado en la Avenida de Irlanda. Tras abrir el segundo restaurante Cuchifrito llegó la crisis y la demanda del cliente era inferior a la hora de sentarse en un restaurante para comer o cenar a la carta, la gente iba buscando algo más informal, algo de tapeo, unas cervezas, unos vinos y algo más económico.

Luis Tordesillas junto al coche que preparaban para los novios.

Tras examinar lo que la gente empieza a demandar decide montar un tercer local, la taberna El Cuchifrito en la calle Colombia para cubrir la demanda que el cliente pedía en esos momentos, siguiendo la misma línea, pero algo más informal.

Su cocina también ha evolucionado con los años, pero manteniendo siempre la esencia de los platos típicos y cocina castellana con productos de primera calidad. Platos como su conocido cuchifrito, el cordero asado, la perdiz toledana, las delicias ibéricas o postres tan deliciosos como sus tartas, arroz con leche o dulce de café, son algunos de los manjares que podemos encontrar en sus establecimientos.

Por allí han pasado gente de todos los puntos de España, contando con clientes asiduos, además de los toledanos, de Sevilla, País Vasco y la Comunidad de Madrid. También han visitado su establecimiento personalidades del mundo del deporte como algunos futbolistas del Atlético de Madrid o Fernando Romay, de la política como los presidentes autonómicos García-Page o Cospedal, de los toros como Jesulín de Ubrique o artistas como Rocío Jurado.

Hay que decir que, en toda esta aventura, Luis Tordesillas siempre ha ido de la mano de su mujer, Natividad Bajo, y de la de sus hijos Natividad, María Luisa, Luis, Carlos y Francisco Javier.

Con trabajo, esfuerzo y sacrificio se consiguen las cosas, y es lo que ha conseguido hacer esta familia capitaneada por Luis Tordesillas que, empezando con un chiringuito, han logrado crear un gran complejo hostelero además de sus diferentes Cuchifritos, contando en la actualidad con cerca de 30 personas empleadas (con 8 empleados empezó Luis en sus inicios, todo un logro por aquella época) y ofreciendo un gran servicio y de calidad hacia todos sus clientes.

 

Primer salón del “Restaurante Las Parcelas” (izq) y “Carpa de Luna Jamaica” (dcha).

 

Texto: Ayer&hoy. Fotos: Restaurante

Las Parcelas-El Cuchifrito