Icono del comercio toledano desde 1948

Ascensión Gómez Navamuel se emociona al hablar de su padre, León Gómez, aquel hombre ejemplar, nacido en Ventas con Peña Aguilera, que, en 1972, puso los cimientos de Almacenes León, o León a secas, como se llama tras la imponente reforma que se realizó en 2009, pocos meses después de fallecer el fundador, quien no llegó a ver cumplido su sueño de darle un aire más innovador a su gran establecimiento ubicado en pleno corazón del barrio toledano de Santa Teresa. Sus herederos lo hicieron posible, con su nieto arquitecto como diseñador del proyecto. Ropa de mujer, hombre y niño, junto a lencería y ropa de hogar, todo de exquisita calidad, se han convertido en la seña de identidad de este establecimiento con solera.

Un joven León Gómez en sus tiempos de vendedor ambulante.

Ascensión, que a los 19 años se incorporó al negocio familiar, recuerda que la vida de su padre “no fue fácil”. Y es que “se quedó huérfano a los siete años. Mi abuela se quedó viuda con seis hijos, dos de ellos en la guerra. Mi padre era el pequeño y nació sietemesino. Nadie pensaba que fuera a salir adelante, en el año 1928, imagínate qué posibilidades tenía. La abuela se dedicó en cuerpo y alma a él y a base de darle leche gota a gota le sacó adelante. Y luego fue el pilar de la familia”.

Corría 1948 cuando León Gómez, un decidido joven de 20 años, empezó su andadura en el mundo de los negocios de venta ambulante de tejidos en Toledo y pueblos de alrededores.

Desde febrero de 1957 León ya viajaba a Barcelona para comprar la mercancía. En 1960 comienza la etapa de lo que él denominaba “depósitos”, que su hija define como “tiendas franquiciadas”. Entre los años 1960 a 1965 llegó a tener 17 puntos de venta, en los que él llevaba la mercancía y recogía lo que no habían vendido.

En 1965 abrió su primera tienda en Madrid. Ya en el 68, con el boom de la confección, León Gómez se adapta a la nueva etapa del comercio. Por aquel entonces, la esposa de León y otras mujeres de Cuerva, donde estaba instalada la familia, habían montado un taller de confección, sobre todo de pantalones y camisas. “Llegaron a confeccionar 15.000 prendas”, recuerda Ascensión. A esa labor contribuyó un sastre de Noez, con su correspondiente equipo de costureras. En esos tiempos, merecía un capítulo aparte la exquisita ropa para dotes que se podía adquirir en su tienda de Cuerva.

Fue el 16 de octubre de 1972 cuando Almacenes León se inauguró en Toledo. “Mi padre abrió esta tienda con la intención de vender al detal e ir vendiendo al por mayor. Por eso se abrió como almacenes, a lo que se dedicó toda la planta sótano, mientras que la de la calle se destinó a venta al detal. La evolución de la venta fue muy buena, con lo que cuatro o cinco años después se deja también el sótano para venta al detal y se compra un almacén en la plaza de Cuba para seguir vendiendo al por mayor, que mantuvimos abierto hasta finales de los 90”.

Almacenes León pronto se impone en Toledo, “con un desarrollo tremendo”, como señala su actual responsable. “Se abrió con 11 personas, seis hombres y cinco mujeres. Como había beneficios, se compró una tienda en Talavera en 1992. Tuvimos que soportar la crisis del 95 y en el 2003, se compra otra tienda en Sonseca y, en esta época, hasta 2006, llegamos a tener una plantilla de 50 personas”.

La crisis acabó con los negocios de Talavera y Sonseca, pero León Gómez tenía una premisa: mantener los puestos de trabajo. Y esa filosofía se ha perpetuado en su establecimiento toledano. “Nosotros podemos presumir de tener en casa a dos personas que llevan trabajando 45 años con nosotros, otros llevan más de 30. Las que menos años llevan, son dos que vinieron de la tienda de Sonseca en 2003”. Ascensión se emociona al recordar a Conchi, “que entró a los 16 años, cuando se abrió la tienda en Toledo y falleció el año pasado”.

La reforma de 2009 contribuyó a dar un aire nuevo a la tienda. “La dejamos en el esqueleto y en tres meses estaba hecha. Yo siento que mi padre está conmigo, si no, sería imposible”, apunta Ascensión, quien añade que quitaron el nombre de “almacenes” para evidenciar la venta de un producto más selecto, lejos de aquellas primeras ventas al por mayor, aunque reconoce que para los toledanos siempre será “Almacenes León”.

Actualmente, “la plantilla es de once personas, tres hombres y ocho mujeres”, dice Ascensión, quien explica que el éxito de su establecimiento se basa, “según nos inculcó mi padre, en un trato excelente a la gente y ofrecer una buena relación calidad-precio. No hemos caído en la tentación de bajar la calidad para bajar los precios, todo lo que se puede se compra en España y tenemos gente muy preparada y muy profesional”.

Izq.: Actual plantilla de León en Toledo. Dcha.: el establecimiento de Talavera de la Reina que cerró sus puertas.

Ascensión reconoce que el comercio tradicional tiene que remar en contra de los grandes centros comerciales y la venta online, que han cambiado el sistema de compra, “pero tenemos el factor humano que no tienen esas empresas”.

No obstante, conscientes de la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos, en breve abrirán un nuevo canal de venta a través de su tienda online, que recuperará el nombre inicial de Almacenes León.

Con la entrada de la nueva temporada los escaparates de León se han vestido de primavera. “Nos hemos centrado en la ropa de vestir para eventos especiales para toda la familia”, apunta Ascensión.

León Gómez, ese gran empresario toledano, sigue presente en este establecimiento de Santa Teresa. Una gran foto hace homenaje al fundador de un negocio que no se rinde ante las dificultades y que se ha convertido en un icono del buen comercio en Toledo.

1ª foto: Ascensión Gómez Navamuel junto al retrato de su padre que preside su tienda en Toledo. 2ª foto: la plantilla completa celebra la inauguración de la reforma de 2009. 3ª foto: León Gómez, el gran empresario toledano fallecido en 2008.

Texto: Ana Nodal de Arce

Fotos: Almacenes León